Escaparates inteligentes con IA: cómo un espejo AR en Ámsterdam aumentó el tráfico en tienda

TL;DR

Una colaboración en el famoso Red Light District de Ámsterdam lanzó un espejo con realidad aumentada (AR Mirror) que detecta personas y les permite probarse virtualmente un producto. Este tipo de experiencias puede transformar escaparates pasivos en herramientas interactivas que aumentan el interés, la conversión y el tráfico físico.


En un mundo donde la atención del consumidor es cada vez más difícil de captar, las experiencias interactivas se están convirtiendo en una de las herramientas más efectivas para conectar con potenciales clientes. La inteligencia artificial y la realidad aumentada están comenzando a integrarse en espacios físicos, como tiendas, vitrinas y puntos de venta. Un ejemplo reciente lo vimos en Ámsterdam, donde un espejo AR en una vitrina logró generar tráfico real a una tienda gracias a una experiencia personalizada e inmersiva.

¿Por qué es relevante para vos?

Para pymes, negocios físicos, tiendas de moda o boutiques, este tipo de tecnología puede:

  • Atraer más miradas y atención desde la calle.

  • Incrementar el tráfico en tienda sin necesidad de descuentos.

  • Crear experiencias memorables que aumentan el valor de marca.

  • Obtener datos y analítica sobre cómo interactúan los clientes con tus productos.

¿Cómo funciona el AR Mirror en este caso?:

  1. Modo espera (idle): El espejo muestra un video en loop, captando la atención de personas que pasan por el frente.

  2. Detección automática: Cuando una persona es detectada frente al espejo, el sistema se activa automáticamente.

  3. Prueba virtual del producto: El cliente puede verse reflejado usando virtualmente un producto—incluso sin tocar nada. En este caso: una bufanda con 3 formas de uso (balaclava, shrug o scarf).

  4. Engagement visual: Al ver el producto en acción, directamente sobre su imagen, la persona se involucra mucho más.

¿Cómo podés aplicar esto en tu negocio?:

  • Si tenés una tienda física, podés usar pantallas con IA que detecten movimiento o rostros para personalizar mensajes o contenidos.

  • Con plataformas accesibles de realidad aumentada y sensores, se pueden implementar versiones más simples de este tipo de espejos.

  • Podés empezar con una versión que recomiende productos, muestre promociones o simplemente genere curiosidad desde el escaparate.


Conclusión

Este caso en Ámsterdam demuestra que el uso de IA y realidad aumentada en el mundo físico no es solo posible, sino altamente efectivo. A medida que las experiencias interactivas se vuelven más accesibles, los negocios que se animen a implementarlas tendrán una ventaja significativa. El futuro de la atención, el retail y la conversión ya no está solo en la pantalla: está también en la vitrina.

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